POESIA
para irse
por Carlos A. Vicente


No tiene remedio
vociferó
en medio de la noche
desde un rincón 
en el que apenas se distinguía 
el reflejo de sus ojos

No tiene remedio
repitió tristemente ella,
dejó el mate lavado
sobre la mesa
se sonó los mocos
con una servilleta de papel
y partió para siempre

12-10-99

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